Por: Rodrigo Vasquez
Las personas que temen enfrentarse a los demás en la vida diaria es muy posible que sufran de fobia social. Un mal mucho más común de los que se pudiese pensar, ya que afecta a un 6% de la población según el estudio realizado por la Universidad de Concepción en 2004.
La característica principal de la fobia social es el miedo exacerbado al juicio de los demás en situaciones como en el trabajo, colegio o por el hecho de estar comiendo en frente de alguien más, es por esto que evaden todo el contacto con la gente.
La fobia social se puede manifestar hasta los 25 años y puede tender a confundirse con la timidez. No obstante, las personas tímidas se ven limitadas, pero en el caso de alguien que padece de fobia social, esta persona llega al punto de verse afectada en sus relaciones interpersonales y además en su trabajo.
Edgardo Fernández (24 años) padece de fobia social y cuenta que “estoy siempre pensando que se ríen de mí, lo que hace que me ponga más nervioso. En el colegio era terrible, pero algo más llevadero, ahora en el trabajo, esta enfermedad me ha traído consecuencias importantes, como el hecho de perder mi puesto en 2 ocasiones por esta situación”.
Según el alumno de quinto año de la Universidad del Mar, Gonzalo Pérez, frases como “haré el ridículo” o “voy a quedar en blanco y se me olvidará todo” son comunes entre quienes padecen la enfermedad, y a estas dudas se suman algunos síntomas como sudor en las manos, sensación de mareos, desconcentración o palpitaciones, por nombrar sólo algunos.
La característica principal de la fobia social es el miedo exacerbado al juicio de los demás en situaciones como en el trabajo, colegio o por el hecho de estar comiendo en frente de alguien más, es por esto que evaden todo el contacto con la gente.
La fobia social se puede manifestar hasta los 25 años y puede tender a confundirse con la timidez. No obstante, las personas tímidas se ven limitadas, pero en el caso de alguien que padece de fobia social, esta persona llega al punto de verse afectada en sus relaciones interpersonales y además en su trabajo.
Edgardo Fernández (24 años) padece de fobia social y cuenta que “estoy siempre pensando que se ríen de mí, lo que hace que me ponga más nervioso. En el colegio era terrible, pero algo más llevadero, ahora en el trabajo, esta enfermedad me ha traído consecuencias importantes, como el hecho de perder mi puesto en 2 ocasiones por esta situación”.
Según el alumno de quinto año de la Universidad del Mar, Gonzalo Pérez, frases como “haré el ridículo” o “voy a quedar en blanco y se me olvidará todo” son comunes entre quienes padecen la enfermedad, y a estas dudas se suman algunos síntomas como sudor en las manos, sensación de mareos, desconcentración o palpitaciones, por nombrar sólo algunos.
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